De un momento al otro, mi vida dio un vuelco radical cuando conocí a mi marido. Por amor, me mudé a Bélgica, hace más de una década.

 

Sin darme cuenta, mis historias dejaron las telas y los hilos atrás para regresar a lo que más me gusta en la vida: Escribir.

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Los cuentos de piratas en barcos voladores y, princesas verdes de la niñez quedaron en la memoria, ahora, mis relatos le dan voz a quienes no la tienen y que prefieren callar su propia verdad.

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Al escribir, me gusta tratar temas reales en los que los jóvenes y adultos puedan verse reflejados y darse cuenta que no están solos.